miércoles, junio 27, 2007

HACIA LA ALFABETIZACIÓN DIGITAL DE LOS PROFESIONALES, por Carina A. Castelli.

-La inquietud sobre el aprendizaje de las nuevas tecnologías aplicadas al periodismo es un reto que todo profesional debería emprender.

La Red INTERNET es una herramienta útil, ágil y práctica que permite a los destinatarios acceder a la información en forma “actualizada” para el progreso profesional y académico. Hoy la informática “transmite, une y conecta” a visitantes de distintas nacionalidades interesados en las novedades vinculadas a sus propios conocimientos. Son muchos los factores que impulsan a los ciudadanos a usar Internet, en especial es la atracción sobre la inmediatez de transmisión que ofrece la Red.

Hoy en día la informática se ha masificado en todas las disciplinas, por ello, la solución a los problemas que el avance informático plantea genera nuevos interrogantes que no pueden ser mirados con desprecio o temor. En muchos casos, el temor a lo desconocido nos genera actitudes de rechazo que sólo nos conducen a la ignorancia y al alejamiento en la comprensión del valor de las cosas.

Un abanico de novedosos modelos de lectores y de comunicación invitan a los profesionales a interiorizarse en éste ámbito bajo un nuevo soporte, el “digital”.

En el inmenso universo de la lectura nos encontramos que existen dos campos, el mundo de la cultura y el digital. Estamos convencidos que todo profesional debe diariamente informarse, capacitarse y perfeccionarse sobre las distintas temáticas que el ámbito periodístico integra, la informática es una y no se puede estar ajeno a ella.

Los modelos tecnológicos aplicados al ámbito académico, universitario, cultural, de investigación, y educación permiten rescatar información a nivel mundial y transformarla en conocimiento. Qué significa esto? La implementación de un modelo pedagógico innovador con los beneficios que la tecnología aporta permite que documentos, ponencias, disertaciones, exposiciones, charlas, jornadas, congresos, etc se digitalicen y se integren al patrimonio colectivo cultural de la sociedad.

Debemos conocer y aprovechar “internet” como un recurso válido para ser aplicado al estudio, capacitación y formación profesional. Los soportes técnicos posibilitan la comunicación de los estudiantes y docentes en comunidades interconectadas; de profesionales con asociaciones u organizaciones y/o organismos.; o con sus clientes o requirentes; de profesionales entre sí a través de chat, listas de interés, e-mail, webcast, foros, mesas redondas u otras técnicas grupales o de videoconferencias.

Los nuevos ambientes de diálogo provocados por el uso de estos soportes o canales informáticos crean técnicas didácticas en todos los niveles que generan: el análisis, investigación o profundidad del estudio sobre temas específicos o de interés.

Por otra parte, utilizar éstos recursos implica conocer también sobre sus límites, y algunos aspectos del Derecho de Autor (Copyright) y/o Propiedad Intelectual sobre el tratamiento del material reproducido, y de comunicación pública en la Sociedad de la Información.

En tal sentido, el periodista no debe estar ajeno a ésta realidad y, debe tomar conciencia sobre la responsabilidad profesional en que puede incurrir por violaciones a los derechos de autor con su intervención en el funcionamiento de la red.

El derecho patrimonial de autor por antonomasia es el de reproducción. Tener la titularidad de este derecho permite prohibir reproducciones de obra/s sin autorización previa y expresa. Por ello, es necesario observar que existen derechos que podrían estar siendo vulnerados cuando las obras protegidas por el derecho de autor, tales como: fotografías, páginas Web, textos, videogramas, música, imágenes, etc. son enlazadas, utilizadas y/o reproducidas. La doctrina y la jurisprudencia no ha sido pacifica, y tiene posiciones fuertemente encontradas frente a la vulneración a éstos derechos de autor.

También debemos distinguir que existe material o contenidos digitalizados protegidos donde su titular permite que el público tenga acceso a él, en forma onerosa o gratuita.

De estas transmisiones en línea vía Internet aparecen nuevas formas de explotación comercial por la propiedad intelectual, así son las licencias de uso. En esta nueva forma de explotación de los derechos protegidos, se comercializan derechos de acceso temporal a copias digitales de estas obras.

En algunas ocasiones se da el caso que, el acceso en línea de una obra sea de carácter gratuito. Allí, no se supone una renuncia a los derechos de propiedad intelectual, ni tampoco que se haya otorgado una licencia implícita para disponer de forma absoluta de éstos derechos. El acceso a éstos contenidos gratuitos supone: un permiso tácito de uso para fines estrictamente personales.

Otra alternativa futura es la utilización de huellas digitales para vigilar los derechos de autor; herramienta que YouTube, el célebre sitio de vídeos, está por implementar luego de haber recibido numerosas quejas y demandas de dueños de películas y vídeos que le acusan de no filtrar trabajos protegidos con derechos de autor cuando son cargados a la página por los usuarios.

En conclusión, por seguridad jurídica cuando exista duda sobre una posible infracción por la realización de un enlace, reproducción y/o utilización de alguna obra, es recomendable solicitar autorización al titular del mismo.